Kenia: la invisibilidad de la muerte

DECLARACIÓN PRESENTADA POR LOS CONSEJEROS DE FRANJA MORADA EN CONSEJO DIRECTIVO Y APROBADA POR UNANIMIDAD EN SESIÓN CORRESPONDIENTE AL 16 DE ABRIL PASADO.

La Universidad de Garissa es una de las pocas casas de estudios que existe en Kenia (país ubicado al este de África). Este centro académico tiene una población de más de 800 estudiantes. Es la única de su región y se encuentra a poco más de 150 km de la frontera con Somalia.

Toda esa región fronteriza, ha vivido bajo constante amenaza de los grupos extremistas islámicos somalíes, especialmente desde octubre de 2011, cuando el ejército keniata invadió el sur de ese país vecino para combatir a la milicia extremista Al Shabaab.
Este grupo, vinculado a Al Qaeda, ha prometido castigar a Kenia por el envío de tropas a Somalia junto a las fuerzas de paz de la Unión Africana.
El pasado 2 de abril, una docena de hombres del grupo terrorista islámico, fuertemente armados ingreso al campus universitarios y disparo en forma indiscriminada, dejando un saldo de 148 muertos, llevándose consigo de-cenas de estudiantes que aún se encuentran desaparecidos.
Ante estos hechos y a sabiendas que fue perpetrado un crimen atroz contra una universidad, lugar pacifico de estudios y de investigación, nos ca-be preguntarnos: ¿No somos Kenia?
Kenia nos duele a todos, y a nosotros quizás más como estudiantes. Debemos hacer visibles las luchas del mundo, no callarnos ante los poderíos de los medios comunicativos hegemónicos y debemos pedir por nuestros compañeros. Muchos de ellos están muertos, y otros desaparecidos. No hay jerarquías en la muerte, un muerto africano vale lo mismo que un europeo.
Nosotros que transitamos periodos de atrocidad semejante, con nuestra última dictadura militar, donde ser estudiante universitario implicaba es-tar en peligro, sabemos que se debe alzar la voz, para que se escuchen en el mundo, y acompañar a Kenia en este proceso difícil que hoy le toca encarar.
El desconocimiento y la falta de información, no solo en este caso, pero si quizás especialmente por su envergadura, nos muestran a las claras que debemos ser parte activa en esta lucha. Sabemos que el silencio no es más que impunidades, y que la falta de interés los ubica en el olvido.
Por eso, por Kenia, por ayotzinapa, por todos los estudiantes del mundo: JUSTICIA.

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