Desde el 28 de abril, el pueblo colombiano salió a las calles para enfrentar la reforma tributaria del presidente Iván Duque que golpearía de lleno en su bolsillo. 

El Gobierno se proponía recaudar el equivalente al 2% del PIB y, entre estos aumentos, se iba a ver afectado el IVA de todos los recursos de primera necesidad, servicios públicos y funerarios.  

Es importante destacar que no es casualidad el aumento de los servicios fúnebres ya que, en Latinoamérica, Colombia es el 3º país más afectado por la pandemia, teniendo un saldo de 75.000 muertos y casi 300.000 de casos activos. 
Sin embargo, el Covid no es lo que está destruyendo al pueblo colombiano, sí no que es la represión que sufren por parte del estado en respuesta a las manifestaciones.  

La sanguinaria respuesta por parte del estado colombiano solo es represión desmedida a su pueblo, tejiendo un manto de impunidad para que las fuerzas de seguridad antidisturbios (ESMAD) torturen, secuestren, violen y maten a nuestros hermanos colombianos. Las cifras no son exactas ni oficiales, pero son escalofriantes: actualmente se le atribuyen a la ESMAD 46 asesinatos, 1956 casos de víctimas de violencia física, 12 casos de violencia sexual, 376 desaparecidos, y 195 disparos de armas de fuego sin justificación ni aviso previo, dando así un total de 2447 casos en los que el pueblo colombiano es violentado de diferentes formas.  

¿Dónde denuncia el pueblo? ¿Qué respuesta recibe? ¿Se abren investigaciones al respecto? ¿Qué van a hacer las familias que han perdido a sus seres queridos? ¿Cuándo habrá justicia? ¿Cómo harán para volver a confiar en quienes dicen que los protegen? 

 Desde FRANJA MORADA DERECHO, nos solidarizamos y acompañamos la lucha que está llevando en las calles el pueblo colombiano. La reforma tributaria que fue el detonante de estas manifestaciones no es aislada, sino que es el resultado del avance de la hegemonía neoliberal en nuestro continente que pretende hacer pagar el esfuerzo mayor sobre las espaldas del pueblo trabajador. 

Hoy no es necesario ser o estar en Colombia para pensar y saber que esto es solo el inicio de un camino largo que es necesario recorrer para que nuestro continente y sus países vuelvan a la senda de la paz, del desarrollo equitativo y de la justicia social. Para que la contracara a esta realidad reinante sea la construcción del diálogo que permita que todos los países de la patria grande pensemos en un estado de bien estar ajironado a este siglo para dar respuestas a nuestra sociedad que viene llevando adelante distintas manifestaciones en varios puntos de nuestro cono sur. 

Si bien la reforma no se llevara a cabo, ha dejado una mancha de sangre en la Bandera Colombiana no se va a quitar jamás. La represión aún no cesa y el pueblo resiste.  Hoy le dejamos una frase nuestra al pueblo colombiano, qué en cierta forma, ya es suya: “El pueblo unido jamás será vencido.” 

FUERZA COLOMBIA