Nuestro mayor repudio, toda nuestra bronca y nuestro rechazo, se manifiesta contra la resolución de la sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, que con el voto de los jueces Eduardo Riggi y Carlos Mahiques, concedió el beneficio de la prisión domiciliaria al genocida Jorge Osvaldo Steding, por el solo hecho de haber superado el límite etario de los 70 años.

Steding, ex guardia de la unidad 6 del Servicio Penitenciario Federal ubicada en Rawson, fue condenado en julio de 2013 a 17 años de prisión por «tormentos agravado en concurso real con el delito de tormentos seguidos de muerte» hacía el abogado y militante radical Mario Abel Amaya, quién murió en agosto de 1976 a causa de las torturas de las que fue objeto, y también por las vejaciones en perjuicio del dirigente de la UCR Hipólito Solari Yrigoyen.

El represor, que se encontraba detenido desde el 20 de diciembre de 2015, cumplía su pena en una cárcel común. Y anteriormente, el 13 de noviembre de 2017, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia ya había rechazado un pedido de prisión domiciliaria, que se fundaba en supuestos problemas de salud, advirtiendo que sobre la base de informes médicos no se había probado “ningún tipo de patología de grave entidad que no pueda ser controlada en el complejo penitenciario donde se encuentra alojado (…)”, pero su defensa recurrió a la Cámara de Casación.

Con este fallo de la Casación, sin lugar a dudas, se abre una peligrosa y triste puerta hacía la impunidad, una puerta hacía el olvido, la desmemoria y la injusticia, una puerta que daña a nuestro pueblo, una puerta que hay que cerrar definitivamente, para que los DDHH nunca más sean vulnerados, para que nuestra libertad y nuestra democracia puedan desarrollarse sin obstáculos y para que podamos crecer y mejorar como sociedad. Por eso reiteramos nuestro repudio a este fallo y reafirmamos una vez más nuestro compromiso para que la MEMORIA, la VERDAD y la JUSTICIA tengan plena vigencia en nuestro país.