SUDAMÉRICA ES ASÍ. ESTO ES PURA REALIDAD!
Desde la Franja Morada Derecho no podemos dejar pasar por alto la persecución política de la que está siendo objeto el ex presidente del hermano Brasil Luiz Inácio “Lula” da Silva, a quién han condenado a 12 años de prisión, careciendo de los elementos probatorios necesarios y violando los principios del debido proceso.
En esta hora tan difícil para nuestra América Latina creemos firmemente que no podemos permanecer ajenos a estos acontecimientos, y debemos condenarlos y repudiarlos categóricamente, ya que en ellos se evidencia como el enorme aparato de la oligarquía brasilera, en complicidad con el ejército, los medios masivos de comunicación y las grandes corporaciones, ha caído sobre el ex mandatario, para impedir que pueda participar de la próxima contienda electoral, y para intentar aplacar para siempre la potencialidad y la representatividad de un candidato que lidera las encuestas en un contexto de ajuste y represión, llevado adelante por el fraudulento gobierno de Michel Temer.
Lula durante sus dos mandatos presidenciales, de la mano del Partido dos Trabalhadores, ha llevado adelante un programa de gobierno que transformó radicalmente la estructura social de una Nación que históricamente fue periférica y marginal, empoderando y otorgándoles representación política a las enormes mayorías populares, haciendo realidad la movilidad social ascendente y sacando de la pobreza a más de 50 millones de hermanos brasileros, haciendo que sus luchas se transformen en derechos conquistados para los trabajadores y para los más humildes, lo que generó que los sectores minoritarios, reaccionarios y las élites intenten avanzar ahora para destruir todo lo que el Pueblo ha logrado conseguir.
Ha existido siempre un sentido de responsabilidad y de ética de la solidaridad que hemos pregonado los que militamos por las causas justas, y los que luchamos incansablemente en una constante búsqueda por más justicia social y por más democracia para los pueblos. Por lo que ni hoy ni nunca debemos olvidarnos las palabras del gran Raúl Alfonsín quién acertadamente sentenció que “el poder a la democracia se lo da el pueblo”, nuestro pueblo, el que está indudablemente decidido a forjar su propio destino, un destino de emancipación y de libertad, para hacer realidad un futuro de igualdad y de paz para todos.
